LA POSTBODA DE MONTSE & JAVI

Por más postbodas que haga, sea la época que sea del año, nunca me aburro de ellas. Al contrario, el gusanillo, antes de iniciar una sesión de este tipo, siempre se despierta, y ya, un buen rato antes de empezarla, me recuerda que ese reportaje, seguro, será bien especial. Y si lo es con Montse & Javi, lo será sobradamente, ya que todo lo que he vivido con ellos dos ha sido intenso cada vez que los he tenido delante de mi cámara. Lo fue la preboda, que no nos conocíamos, y tuvimos una tarde llena de magia. Lo fue, obviamente, y en mayúsculas, su boda, increíble día que no olvidaré jamás. Pero lo ha vuelto a ser su última sesión de sesión de fotos conmigo. 

Volvimos a buscar un emplazamiento diferente, fuera de lo normal, y lo tuvimos. Nos paseamos por todos los rincones de la Tarraco Arena, con la calma, relajados, sabiendo que íbamos a disfrutar todos juntos, y que esa magia que existió desde un primer momento volvería a hacer acto de presencia. No me equivoqué, fue justo lo que pasó. Fue una magia fresquita, porque calor no pasamos en pleno mes de diciembre, pero fue maravilloso volver a captar sus mejores sonrisas, su amor incondicional del uno con el otro, sus miradas intensas que hablan solas, el cariño que se tienen, la delicadeza con la que se tratan, ahí también existe una magia única y fascinante que hay que saber fotografiar.

Yo siempre digo lo mismo, en este tipo de sesiones, me limito a captar el alma que transmiten, pero ellos lo ponen todo, y ésta pareja desprende tantísimo delante de mi objetivo, y te lo ponen tan fácil, que disfruto el doble cuando estoy a punto de pulsar el botón para inmortalizar tal momento.

Gracias Montse, Gracias Javi. De verdad, ha sido un placer inmenso realizar todo el reportaje con vosotros.